Preguntado por sus motivos, el campesino quiso leer un manifiesto en el que declara que estaba "harto de comer nada más que putas hortalizas" (sic)". "Llevamos más de cincuenta partidas - seguía el campesino en su manifiesto - y este tío siempre se compra el mismo horno y no hace más que hormear y plantar hortalizas. ¡Exigimos un filete de ternera, para mí y mi familia! gritaba desde la puerta de su casa de adobe".
Se da la circunstancia de que, liberado de la necesidad de dar de comer a su familia, el jugador pudo dedicarse a construir su granja sin presión alguna, con lo que terminó el juego con 148 puntos y una casa de mármol, con piscina, aire acondicionado y pista de pádel en el jardín (antaño un hermoso campo de zanahorias).
El campesino no descarta nuevas movilizaciones, aunque ha declarado a este periódico que debe replantearse su estrategia ("¿dónde venden tiendas de campaña?, fueron sus ultimas palabras a este corresponsal).
la granja al final de la partida
Chacho, peazo granja. Pocos puntos se me hacen 148 para el resultado final, imagino que por aplicar en los puntos el recorte de los dias de huelga, que no son remunerados, como todos sabemos.
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